Regalar, celebrar y viajar sin caer en el endeudamiento es posible. Con planificación y decisiones financieras inteligentes, los hogares pueden enfrentar diciembre sin partir el próximo año “a pérdida”
Las fiestas de fin de año suelen venir acompañadas de gastos que, si no se planifican bien, pueden dejar a muchas familias con un inicio de 2026 cuesta arriba. Regalos, cenas, amigo secreto y vacaciones se acumulan en pocas semanas, pero con una organización inteligente es posible disfrutar sin desordenar las finanzas.
Para Ricardo Ibáñez, abogado y fundador de DefensaDeudores.cl, el primer paso es adelantarse. “Diciembre no puede tomarnos por sorpresa. Hay que calcular todos los gastos posibles: regalos, celebraciones y también las vacaciones, que están a la vuelta de la esquina”, afirma.
Una recomendación clave es visualizar ingresos y gastos y la recomendación de Ibáñez es fijar límites. “La regla del 10% es simple: nunca destines más del 10% de tus ingresos líquidos a Navidad. Si ganas un millón, no te puedes pasar de los 100 mil pesos”, explica.
A nivel familiar, el enfoque puede ser más comunitario: amigo secreto para bajar costos, vacaciones compartidas para dividir arriendos y traslados y celebraciones donde cada miembro aporte algo, evitando que una sola persona cargue con todo.
“La Navidad no debe ser una competencia de regalos. Prioricemos el reencuentro y el sentido familiar antes que las compras que después generan deuda”, añade el abogado.
Si hay que endeudarse, hacerlo con inteligencia
Para quienes inevitablemente necesitan financiamiento extra existen opciones menos riesgosas que otras. Las tarjetas de crédito pueden usarse con cuotas “precio contado” sin interés y siempre evitando los pagos mínimos.
Respecto a las vacaciones, Ibáñez sugiere cautela. “Si es necesario pedir un crédito, que sea uno de consumo bancario tradicional, idealmente a no más de 12 meses. Mientras más fácil es obtener un préstamo, más caro termina siendo. Es fundamental evitar avances en efectivo o créditos preaprobados”, advierte.
En caso de estar enfrentando una situación económica familiar crítica existe una herramienta legal muchas veces desconocida y que puede evitar la quiebra. Se trata de la renegociación administrativa de deudas. “Con más del 90% de éxito, permite reorganizar pagos y comenzar a saldar recién en el segundo semestre del año siguiente. Es una segunda oportunidad real, pero debe usarse con responsabilidad. Las deudas se pagan, y creer lo contrario solo encarece el crédito para todos”, enfatiza Ibáñez.
Planificar el futuro
Luego de la Navidad y las vacaciones de verano, llega el temido mes de marzo, donde se terminan de pagar las cuotas de los regalos navideños y se suman gastos como uniformes escolares, matrículas, contribuciones y patentes. Por eso, Ibáñez recomienda “organizarse ahora para no partir 2026 con estrés financiero”.
Una estrategia práctica es separar desde diciembre un “‘fondo marzo’, aunque sea pequeño, sería ideal ir fijando un monto fijo semanal o quincenal de ahorro. Esto permite amortiguar los gastos más pesados y evitar recurrir a créditos de último minuto. Otra medida útil es adelantar compras no perecibles o menos sensibles al precio, como los útiles escolares, antes de que suban por la temporada alta” explica el abogado.
La fórmula, según el experto, es simple: planificación, límites y decisiones informadas. “Disfrutar diciembre no tiene por qué hipotecar el próximo año”, concluye.



