El fuerte sismo de magnitud 7,5 sacudió la región de Magallanes, activando protocolos de emergencia y generando incertidumbre en la población costera. Hubo más de 19 réplicas, las que -sin embargo- no fueron de mayor percepción para la población.
A eso de las 8:10 horas de la mañana en Magallanes se registró un potente terremoto de magnitud 7,5 remeció la región de Magallanes y la Antártica Chilena, con epicentro en el Paso Drake, a 218 kilómetros al sur de Puerto Williams. El movimiento telúrico, registrado a las 08:58 horas, generó una alerta de tsunami que llevó a las autoridades a ordenar la evacuación preventiva del borde costero.
El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) activó el Sistema de Alerta de Emergencia (SAE), enviando mensajes a la población para que se dirigiera a zonas seguras. En ciudades como Punta Arenas y Puerto Williams, los habitantes respondieron con calma, siguiendo las indicaciones de las autoridades y desplazándose hacia áreas elevadas.
Horas después, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) modificó la alerta de tsunami de “amenaza” a “precaución”, permitiendo la suspensión de la evacuación. Sin embargo, el monitoreo del nivel del mar continúa, y las autoridades no descartan nuevas medidas si se detectan anomalías en las próximas horas.
El presidente Gabriel Boric, oriundo de la región de Magallanes, suspendió su agenda para monitorear la emergencia desde La Moneda. En un mensaje a la ciudadanía, instó a la población a seguir las recomendaciones oficiales y mantenerse alerta ante posibles réplicas.
Hasta el momento, no se han reportado daños materiales significativos ni víctimas, pero el evento sísmico ha reavivado el debate sobre la preparación ante desastres naturales en Chile. La comunidad científica sigue analizando el impacto del sismo y sus posibles efectos en la actividad tectónica de la zona.
La Patagonia chilena, una de las regiones más remotas y de difícil acceso del país, enfrenta ahora el desafío de evaluar los daños y reforzar sus protocolos de seguridad para futuras emergencias.